En la introducción de su autobiografía de 2008, Numero 1, Roberto Perrone lo describe como «uno de los mejores porteros del mundo»: «el mejor portero del mundo, uno de los cuatro o cinco que siempre perdurarán en la memoria del fútbol mundial». En 1929 se creó la Liga y el Real Murcia quedó encuadrado en el grupo B de la Segunda División, que un año después pasaría a llamarse Tercera División.