Se llevaba consigo un gol, el primero en Champions con la camiseta del Madrid, un punto, que valía la clasificación de su equipo para los octavos de la competición y evitaba la primera derrota blanca de la temporada, y otros veinte más, de sutura, por los que ni pestañeó. Los años 1960 vieron el auge del prêt-à-porter, la introducción de las fibras artificiales y un mayor afán por dirigirse cada vez más a un público más joven, así como una inspiración cada vez mayor en el arte de vanguardia.