El 1 de enero de 1911, el equipo madrileño disputó un partido amistoso contra el Athletic Club en el Campo de Lamiako y el conjunto vizcaíno lució las zamarras rojiblancas con pantalones blancos y medias negras. Al regresar del viaje, Elorduy entregó la mitad al equipo vizcaíno y guardó la otra mitad en la casa de sus abuelos. En su deseo de no regresar con las manos vacías, Elorduy compró cincuenta camisetas del Southampton F. C., el equipo local de la ciudad portuaria en la que se encontraba el ferry de vuelta a España.